La Diputación Foral de Álava pospone la tala de árboles que puedan afectar a la seguridad vial a la campaña 2017-2018 cuando estará disponible un nuevo inventario de aquellos ejemplares ubicados en los márgenes de la carretera que constituyan un riesgo para los conductores y el correcto mantenimiento de la calzada.
Asimismo, estudiará medidas alternativas y de compensación cuando el número de árboles afectados sea significativo en coordinación con las entidades locales.
Estas disposiciones forman parte del nuevo protocolo de desbroces, podas y talas del Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad que regula y ordena estos trabajos dirigidos a mantener y conservar la Red Foral de Carreteras y, sobre todo, mejorar la seguridad vial. Este protocolo da cumplimiento a la moción aprobada por unanimidad el pasado 25 de mayo en el pleno de las Juntas Generales de Álava.
El diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, ha comparecido hoy en la Cámara Foral para explicar el nuevo protocolo y ha destacado en primer lugar que su contenido nace de la colaboración con los Departamentos de Agricultura y Medio Ambiente de la Diputación de Álava, y un informe específico encargado al Grupo Alavés de Defensa y Estudio de la Naturaleza (GADEN).
“Este protocolo foral mejora los procedimientos empleados hasta ahora al garantizar la información y participación de las entidades locales, y de los responsables de Montes y Medio Ambiente, y ordenar los trabajos para minimizar su impacto en la fauna y la flora. Era necesario un cambio en los modos y maneras de gestionar la vegetación de los márgenes de la carretera intentando compaginar seguridad y sensibilidad medioambiental”, ha explicado el diputado.
Plan anual
El protocolo establece la redacción de un plan anual de desbroces, podas y talas, que será remitido antes de su aprobación al Servicio de Montes y al Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral, y la publicación del mismo en la página web del Departamento de Infraestructuras Viarias para conocimiento de entidades locales y ciudadanía. Este plan identificará el tipo de trabajo, la carretera y el periodo de actuación.
Además, el protocolo determina cómo se harán estos trabajos. Los desbroces se realizarán con desbrozadora, se rematarán después de forma manual y el material vegetal desechado se triturará, mientras que las podas se harán siempre con corte limpio para evitar desgarros y tajos irregulares, utilizando motosierra o herramientas manuales. Si el tamaño lo permite, se cortarán los restos para su aprovechamiento como leña por parte de las Juntas Administrativas.
Finalmente, y en lo que respecta a las talas de los árboles que incidan en la seguridad vial o comprometan el correcto mantenimiento de la carretera, la primera medida será llevar a cabo un nuevo inventario para su remisión al Servicio de Montes con el fin de que determine si son ejemplares singulares e informe de su estado vegetativo. También se comunicará a Medio Ambiente para que fije condiciones cuando se intervenga en zonas de especial protección o interés.
Asimismo, el Departamento de Infraestructuras Viarias tendrá en cuenta a la hora de elaborar su programa de talas las peticiones formuladas por entidades locales y ciudadanía, y se compromete a estudiar medidas alternativas y compensatorias cuando la propuesta de árboles a talar en una carretera sea significativa. Estas medidas se definirán y aplicarán en coordinación con las Juntas Administrativas y los Ayuntamientos afectados.