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La Diputación ultima las obras de restauración y accesibilidad del Palacio Lamuza de Llodio
La diputada Cristina González visita el edificio cuando faltan menos de dos meses para finalizar la intervención
La Diputación Foral de Álava finalizará a principios del próximo mes de marzo las obras de restauración, acondicionamiento y accesibilidad del interior del Palacio Lamuza de Llodio con el objetivo de ofrecer a las y los laudiorras un espacio emblemático, cómodo y práctico para desarrollar actividades culturales, educativas y formativas. La inversión asciende a más de 2,7 millones de euros.
La diputada foral de Empleo, Comercio, Turismo y Administración Foral, Cristina González, ha realizado esta mañana una visita para conocer personalmente el estado de las obras cuando quedan menos de dos meses para su finalización. González ha realizado un recorrido por las distintas dependencias de este edificio junto con la diputada foral de Cultura, Ana del Val, y la alcaldesa de Llodio, Ainize Gastaka.
El proyecto de restauración contempla distintas intervenciones para mejorar la funcionalidad y accesibilidad de este inmueble histórico de casi 4.000 metros cuadrados teniendo en cuenta su uso como centro para actividades docentes y culturales. Estas intervenciones tienen como primer fin mejorar su distribución con nuevos recorridos que conecten las alas del palacio y le doten de una concepción unitaria.
Cristina González explica que “vamos a poner esta misma primavera a disposición de Llodio y su ciudadanía un edificio completamente renovado y totalmente accesible. Para ello hemos habilitado un nuevo ascensor, cuya maquinaria instalaremos en los próximos días; hemos suprimido desniveles modificando la cota de solados e incorporando pequeñas rampas; y hemos construido nuevos aseos accesibles para personas con movilidad reducida”.
“Con la ejecución de este proyecto las personas usuarias van a beneficiarse además de un gran eje-pasillo que va a comunicar los dos extremos del Palacio Lamuza”, añade.
La restauración de elementos de valor y decorativos (escaleras de madera y barandillas de hierro forjado, revestimientos cerámicos, chimeneas, puertas, etc.); la mejora de solados, paredes y techos de las distintas salas del edificio; la actualización de instalaciones eléctricas, fontanería, seguridad y calefacción; y la renovación de la iluminación con aparatos de bajo consumo son otros ejes de la intervención en curso.
“Las y los laudiorras va a poder disfrutar también en todo su esplendor del conocido como Salón de los Cristales como espacio singular y atractivo para recepciones, presentaciones, exposiciones…”, subraya la diputada foral.
La Diputación Foral de Álava ha definido el proyecto de restauración del interior del Palacio de Lamuza en colaboración con los técnicos municipales del Ayuntamiento de Llodio teniendo en cuenta siempre el uso que se va a dar a las distintas salas y espacios de este edificio. Asimismo, se han mantenido contactos y reuniones con las asociaciones culturales y movimientos ciudadanos de Llodio con este mismo objetivo.
La institución foral es propietaria de todos los edificios del parque de Lamuza a excepción de la denominada ‘casa matriz’ y viene cediendo su uso al Ayuntamiento de Llodio desde hace más de 40 años. Esta cesión de uso va a continuar en el futuro a través de la firma de los correspondientes convenios entre ambas instituciones.
Esta intervención para restaurar y dotar de accesibilidad al interior del Palacio Lamuza se suma a la realizada en 2020 para renovar las cubiertas y fachadas del edificio con un presupuesto de 2,8 millones de euros y la rehabilitación de la Casa de la Música y el Casino por valor de 3 millones de euros. La inversión total de la Diputación Foral en los edificios del Parque de Lamuza asciende así a casi 9 millones de euros.
El Palacio Lamuza fue la residencia de los sucesivos marqueses de Urquijo y surgió como una ampliación de diferentes cuerpos edilicios entre los años 1879 y 1930 a partir de una casa matriz barroca del siglo XVIII. El edificio forma parte de un conjunto recreativo residencial de la alta oligarquía dentro de un espacio ajardinado de unas 13 hectáreas que contaba con casino, sala de teatro, frontón de pelota vasca, laguna artificial y jardines de diferentes estilos.