Como cada año la Plaza Nueva ha sido testigo de la lectura del Pregón de las Fiestas de la Blanca 2024 a cargo de la poeta, maestra, actriz y alma mater del Festival Internacional de Poesía Poetas en Mayo, Elisa Rueda.

Como es tradición, antes de dirigirse a los cientos de personas que esperaban en la plaza, le han recibido en la Casa Consistorial la alcaldesa de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria, y la concejala de Cultura y Educación, Sonia Díaz de Corcuera. Allí le han felicitado por ser la encargada de llamar a la fiesta a los y las vitorianas este año y le han agradecido que asuma este importante papel.

Rueda ha comenzado su pregón agradeciendo el honor de “ser la voz que convoca a las fiestas, a las mejores fiestas del mundo”. “Es un momento histórico para mi, hace un año me concedían el Celedón de Oro junto a Gorka Ortiz de Urbina, fue su despedida como Celedón, y este año, doy la bienvenida a nuestro Celedón Iñaki Kerejazu”, ha continuado.

La escritora ha hecho también un llamamiento a la diversidad y a la integración de todas las realidades que habitan en la ciudad: “somos como los dedos de una mano, todos diferentes, no sobra ninguno. Todos y todas somos, necesarios, importantes para que todas las personas que la habitan tengan las mismas oportunidades, para vivir una vida plena, y por supuesto unas fiestas plenas, para que sean lo que son: únicas”.

Antes de pasar a hablar en clave más personal ha querido posicionarse en contra de todas las guerras, mencionando el conflicto entre Israel y Palestina.

Las referencias a su entorno más cercano han aderezado todo el discurso, “las fiestas son también para celebrar con la familia”. Ha relatado vivencias como cuando era pequeña y sus padres la llevaban a la Plaza Nueva para ver bajar a Celedón o su primer traje de neska hecho por su madre y que aún utiliza su hija. Recuerdos que ha mezclado con una llamada a aprender  de nuestros antepasados, “las tradiciones son ese legado que nos han dejado y tenemos el privilegio de transmitir a nuestros hijos e hijas, adecuándolas a los momentos actuales”.

Antes de adentrarse de lleno en las fiestas ha querido dejar “un verso suelto en busca de un poema”: “La Virgen Blanca es la única escultura a una mujer en Vitoria-Gasteiz, no tenemos esculturas a mujeres que hayan sido referentes y en las que las mujeres nos podamos reconocer”.

Ya de lleno en La Blanca ha enumerado algunos elementos de su programación: la Procesión de los Faroles, el Rosario de la Aurora, las  cuadrillas de Blusas y Neskas, la comparsa de gigantes y cabezudos, Gargantúa, las barracas, los fuegos artificiales… Una programación “para todas las edades, para todos los público, para todas las horas”. Y ha culminado con esta descripción: “Las fiestas son nuestro lugar común, la gran madre que nos acoge, integradoras, cualquier visitante se siente de Vitoria-Gasteiz. Son únicas y especiales por su ambiente, por el buen humor. Esa burbuja de alegría, bizipoza, y felicidad a la que os invito a sumergirnos desde hoy, desde este momento”.

Pero no hay celebración sin respeto y seguridad: “Vivamos las fiestas con total respeto, es gratis, cuesta poco y es la mejor medicina; vivamos las fiestas como lo que somos, una gran familia. Que las fiestas sean seguras, que no haya agresiones, que no haya violencia, que las mujeres nos sintamos seguras. Animo a toda la ciudad, a que todas y todos seamos punto morea”, ha pedido rimando.

Para terminar, Rueda ha querido cumplir con su cometido como pregonera 2024: llamar a la fiesta. “¿No sentís como ya retumba el suelo?”, ha preguntado a la plaza. “Llegan las fiestas de Vitoria-Gasteiz, envolviéndonos. ¡Bizipoza, que corra como un rió la alegría!”. Una alegría que ha transmitido desde el escenario en forma de canción, una invitación a que esta emoción llene la ciudad con su adaptación de la canción ‘Alegría’ del Circo del Sol.

Así, y tras un “Gora Andre Maria Zuria! Gora Zeledón! Gora Gasteizko Jaiak! Gora poesia!” Elisa Rueda ha dado inicio a uno de los periodos festivos más esperados del año.

A las palabras de la pregonera le han seguido la actuación de Kresala Dantza Taldea y un espectáculo de luz, que ha sorprendido a los y las asistentes que desconocían cuál era la sorpresa final.

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