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El departamento de Políticas Sociales y Cruz Roja preparan la salida de las personas usuarias de los centros de acogida de Lakua y Pío Baroja
Jon Armentia: "estamos trabajando con estas personas para buscarles un futuro inmediato lejos de la calle y con unos apoyos que permitan su inclusión”
El departamento de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia y Cruz Roja han presentado hoy el plan de salida que están preparando para las personas acogidas en los centros municipales de Lakua y Pío Baroja, abiertos excepcionalmente para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.
El concejal responsable del área, Jon Armentia, y el coodinador de la entidad humanitaria en Euskadi, Aitor Allende, han comparecido en rueda de prensa para explicar los pasos que, de manera coordinada, están dando ambas instituciones con el objetivo de encontrar un alojamiento a todas las personas para que así “nadie se quede en la calle”.
El colegio Pío Baroja y el frontón de Lakua acogen en la actualidad a 56 personas, de las que 7 son mujeres. El primero de los recursos abrió el 17 de marzo con 30 plazas, aunque poco después cerró, siendo sustituido el 22 de marzo por la instalación deportiva, con 50 camas. En abril, Pío Baroja reabrió para acoger a una decena de personas musulmanas que querían cumplir con los preceptos del Ramadán y que estaban alojadas en Lakua. Tanto en uno como en otro recurso, los usuarios y usuarias disponen de alojamiento, manutención, aseo personal (duchas) y servicio de lavandería.
Con el inicio de la “desescalada”, comienza también el lento regreso a una nueva normalidad para estas personas que incluya un alojamiento. Algunas de ellas ya disponían de uno antes de establecerse el estado de alarma. “Sólo 16 pernoctaban en la calle, 5 dormían en el DAI (Dispositivo de Acogida Invernal) y 5 estaban en servicios hospitalarios. El resto, más de la mitad, disponía de algún tipo de alojamiento que tuvieron que dejar o del que fueron expulsados por muy diversos motivos: impagos, disputas familiares, alojamiento inadecuado, etc.” ha explicado el concejal de Políticas Sociales, Jon Armentia.
Cerrar en junio
Para que estas personas dispongan de un nuevo techo, Ayuntamiento y Cruz Roja trabajan conjuntamente y, aunque Lakua y Pío Baroja “permanecerán abiertos el tiempo necesario para diseñar un itinerario a cada uno de sus usuarios y usuarias”, la hoja de ruta del departamento de Políticas Sociales pasa por cerrar Pío Baroja en junio y el frontón de Lakua entre junio y julio. “Ponemos fecha de caducidad a dos recursos de acogida que están sirviendo de apoyo a muchas personas en situación de exclusión residencial con las que estamos trabajando para buscarles un futuro inmediato lejos de la calle y con unos apoyos que permitan su inclusión”, ha asegurado Armentia.
En este sentido, Cruz Roja desarrollará un proyecto, financiado por el programa Lehen Urratsa del Gobierno Vasco, que permitirá dar alojamiento al menos a 30 de estas personas. Las 8 primeras saldrán a lo largo de los próximos días. Atrás dejarán unos intensos meses en los que voluntariado y profesionales han trabajado con ellas aspectos como la convivencia, la higiene, la alimentación o la medicación. “Ahora son personas distintas a cómo eran antes. Son personas nuevas, con otro talante porque su situación no es la misma; ha cambiado su conducta, su higiene, su salud. Son grandes personas que ahora creen en la inclusión y que posiblemente sean admitidas en sitios donde antes eran rechazadas” ha asegurado Aitor Allende.
En cuanto al resto de usuarios y usuarias, desde el Ayuntamiento ya se ha empezar a dar respuesta a su situación. En días pasados, dos personas fueron realojadas en viviendas tuteladas.
Otras podrán regresar al CMAS, de donde salieron para facilitar la distancia social. En este sentido, cuando finalice el estado de alarma, el albergue municipal (CMAS) volverá a disponer de una capacidad de 60 plazas con 7 plazas más de reserva “como medida preventiva en previsión de un posible rebrote del coronavirus”.
Respecto a otros recursos municipales, que también asisten a personas en exclusión residencial, con el Aterpe se está haciendo una planificación para que en breve vuelva a ser un centro de noche. Ahora está funcionando como recurso de alojamiento durante las 24 horas del día.
Por otra parte, el departamento de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia también esta trabajando en un nuevo proyecto para el DAI para el que busca un nuevo espacio donde pueda funcionar como centro de noche y centro de día.
Para terminar, el concejal Jon Armentia ha destacado la colaboración interinstitucional a lo largo de estos meses de pandemia. “La colaboración con Cruz Roja es un claro ejemplo. De una situación crítica hemos hecho una oportunidad para llegar más y mejor a las personas sin hogar y así ofrecerles una alternativa de alojamiento que les dignifique como personas y les sirva para salir adelante y reinsertarse en la sociedad”.