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Medidas a adoptar en la Política Fiscal del Territorio Histórico de Álava
Los socialistas queremos un debate serio, riguroso y ambicioso para definir un nuevo pacto sobre la forma en que repartimos los esfuerzos entre unos y otros ciudadanos para sostener el gasto y la inversión pública
Los socialistas queremos un debate serio, riguroso y ambicioso para definir un nuevo pacto sobre la forma en que repartimos los esfuerzos entre unos y otros ciudadanos para sostener el gasto y la inversión pública. Y necesitamos un debate no sólo de coyuntura, no sólo de medidas y esfuerzos temporales, sino un debate de estructura, de medio y largo plazo.
En el pleno del pasado miércoles 27 de mayo tuvimos a debate nuestro sistema fiscal. Un debate de modelos y de respuestas fiscales a la crisis económica y social que algunos grupos plantean sólo en términos de coyuntura, limitando el alcance y efecto de las reformas, y que los socialistas queremos revisar de forma integral, revisando y renovando el conjunto del sistema fiscal.
Necesitamos un verdadero compromiso de solidaridad por parte de quienes mejor llegan a esta crisis, de quienes más preparados están para enfrentarla, en favor de quienes más la padecen y la padecerán.
Realizar actos puntuales de solidaridad a través de donaciones de material sanitario –con deducción fiscal– están muy bien. Ejercer la solidaridad todo el año, todos los años, con convicción y con lealtad a la normativa tributaria está mejor.
Necesitamos una normativa que exija de una vez por todas una contribución eficazmente progresiva, que exija esfuerzos acordes a las capacidades reales –y no nominales- de quienes más ganan, de quienes más poseen.
Que impida de forma eficaz la elusión y la ingeniería fiscal. Que incremente la progresividad y los tipos de IRPF de las rentas de capital que hoy tributan muy por debajo de las del trabajo.
Una imposición que invalide la competencia desleal entre territorios.
Que determine que la fiscalidad no es una herramienta de competición, no al menos para un país avanzado y asentado en principios democráticos, al igual que no lo es el coste laboral, mercado en el que siempre encontraremos competidores más feroces fuera de Europa.
Un pacto que proteja las capacidades financieras de las administraciones públicas de las amenazas y chantajes de los poderes empresariales.
En Euskadi, este debate tiene su punto de partida en un contrato fiscal que debemos recordar que venimos condicionando y consolidando los socialistas desde 2013. Un contrato fiscal que nos ha servido hasta ahora para repartir esfuerzos con grandes dosis de justicia y equidad, y que hoy inspira buena parte de la reforma que el Gobierno progresista en España.
Un debate importante, que exige prudencia, pero no admite demora, y partirá de una evaluación de las últimas reformas, que tenemos comprometida para este año 2020. Los socialistas pelearemos para que así sea.
