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Las personas mayores lideran el modelo de participación de los centros socioculturales con la organización de actividades y su implicación en proyectos comunitarios
Jon Armentia: "Los usuarios y usuarias de los centros han dejado de ser parte pasiva en el diseño de las actividades y se han convertido en parte activa de las mismas".
A lo largo de la última década, las personas mayores se han convertido en el motor de las actividades que desarrollan los centros socioculturales de mayores (CSCM). En 2009 se modificó el modelo de participación de estos centros para que fueran las propias personas usuarias, con la colaboración del personal técnico, las encargadas de diseñar la oferta de actividades. Fue así como en cada centro se crearon comisiones encargadas de esta labor y que en la actualidad las integran cerca de 300 personas mayores.
“Pasamos de un modelo caduco, jerárquico, con escasa participación y actividades que no respondían a los intereses de nuestros mayores, al modelo actual, más democrático y participativo. Los usuarios y usuarias de los centros dejaron de ser parte pasiva en el diseño de las actividades para convertirse en parte activa de las mismas”, ha explicado Jon Armentia, concejal de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia, durante la presentación de un estudio que ha analizado este modelo de participación de los centros socioculturales.
Para la evaluación de este sistema participativo se ha realizado un estudio apoyado en cerca de 170 encuestas; entrevistas a profesionales y grupos de discusión. De todo este trabajo se han extraído una serie de resultados:
- El número de personas que participan en las comisiones es suficiente para que el modelo funcione adecuadamente. Organizan unas 180 actividades mensuales en toda la red de centros.
- Las personas mayores valoran de forma muy positiva el trabajo en equipo, la formación y el apoyo profesional.
- Participar en las comisiones de actividades tiene impactos positivos en las personas mayores:
- En lo personal, aprenden cosas nuevas, se promueve la autonomía, mejora la autoestima y los sentimientos de utilidad y satisfacción.
- En lo relacional, se fomentan las relaciones entre las personas. Surgen nuevas amistades.
- En el ámbito familiar, las familias valoran de forma positiva que sus familiares organicen actividades en los centros.
- Y en el ámbito social, se considera que las actividades son variadas y de una alta calidad. Son adecuadas a los intereses de las personas usuarias de los centros.
- Las comisiones de actividades contribuyen a mejorar la imagen social de las personas mayores y de los centros socioculturales de mayores.
Junto a estos resultados, Jon Armentia ha destacado también como logros del modelo participativo“la presencia de las personas mayores como agentes sociales en los proyectos comunitarios del barrio. Están trabajando para incidir en la realidad social con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los vecinos y vecinas”, así como que “ha servido para aflorar la participación femenina y mejorar la convivencia en los centros de mayores”.
El estudio también plantea una serie de mejoras que el servicio de Personas Mayores quiere llevar a cabo:
- Potenciar la información sobre las comisiones de actividades para que se apunten más personas.
- Diseñar un proceso de apoyo y acompañamiento a las personas que se incorporan a las comisiones.
- Abrir las actividades a la ciudadanía en general.
- Potenciar el trabajo comunitario de colaboración con entidades, asociaciones y otros grupos edad y colectivos.
En la actualidad, las comisiones de actividades funcionan en los 15 centros socioculturales de mayores de la red municipal. En cada uno de ellos hay 8 comisiones que las conforman de 3 a 8 personas: salud, educativa, audiovisuales, lectura, escénica, social, excursiones y recreativa.