Carlos Zapatero, concejal de Seguridad Ciudadana, y Víctor García Hidalgo, Coordinador General de del Área Social y de Administración  Municipal, han presentado hoy el primer Plan Estratégico Municipal de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, “un documento a cinco años (2018-2023) que será el marco de actuación sobre el que vamos a trabajar para mejorar la seguridad vial en nuestra ciudad, reducir la accidentalidad en nuestras calles y mejorar la movilidad sostenible” ha explicado Zapatero.

El punto de partida para la elaboración de este plan ha sido un exhaustivo análisis y diagnóstico de la accidentalidad en la capital vitoriana, del que se desprenden datos como que entre el año 2016 y 2017 se estabilizó el número de accidentes (711 en 2017) pero, sin embargo, se produjo un aumento en el número de víctimas graves que pasó de 21 en 2016 a 45 en 2017.

Para hacer frente a esta realidad, el plan estratégico, elaborado por la empresa Indra, plantea 79 acciones repartidas en 5 grandes líneas de actuación:

 1. Favorecer la movilidad segura y sostenible en entornos urbanos. Existe una apuesta por estrategias de comunicación para fomentar la cultura de la seguridad vial y por un cambio modal que potencie los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público.

Se plantean, entre otras medidas, priorizar el paso del transporte público frente al privado; acometer las obras en vía pública bajo criterios de seguridad vial; mejorar la señalización y su mantenimiento; cambiar el diseño de las rotondas para que obliguen a reducir la velocidad u optimizar los ciclos semafóricos.

De igual manera, se propone una revisión de la Ordenanza Municipal Reguladora de los Usos, Tráfico, Circulación y Seguridad, con el objetivo de hacerla más clara y concisa en el apartado de las bicicletas.

Se quiere que esta actualización ordene también el uso de vehículos de movilidad personal. En este sentido, es importante el anuncio realizado la semana pasada por la Dirección General de Tráfico que hará una regulación específica para estos vehículos mediante una modificación normativa en el Reglamento General de Vehículos. “Esto nos permitirá unificar criterios para que haya una normativa básica común para todos los ayuntamientos, lo que nos aportará la seguridad jurídica necesaria para ordenar la circulación de este tipo de elementos de movilidad personal y sancionar las infracciones”, ha asegurado el Coordinador General, Víctor García Hidalgo.

2. Proteger a los colectivos vulnerables. Los peatones son el grupo más numeroso entre los usuarios de la movilidad urbana y junto a los ciclistas constituyen uno de los colectivos más vulnerables. Por eso se plantea una red peatonal segura, con continuidad, accesible y con calidad ambiental. Para ello propone, entre las múltiples medidas: ampliar la superficie peatonal, controlar la velocidad en las zonas 30, pasos de peatones inteligentes, mejorar la iluminación en los pasos de peatones, ensanchar y mejorar aceras, reubicar señales, árboles y mobiliario urbano que dificulte caminar por las aceras, etc.

En cuanto a los ciclistas, se apuesta, entre otras acciones, por la habilitación de carriles bici segregados físicamente del tránsito motorizado; medidas de pacificación del tránsito motorizado para favorecer la convivencia de ciclistas y peatones; uniformidad en la pavimentación y señalización; no establecer senderos compartidos entre ciclistas y peatones, etc.

3. Corregir comportamientos inadecuados. El plan advierte de que la eficacia de las políticas de seguridad vial depende en gran medida de la intensidad de la vigilancia y del cumplimiento de los requisitos de seguridad. En este sentido, incide en la conveniencia de potenciar las campañas de vigilancia y control de consumo de alcohol y drogas, así como de comportamientos de riesgo: velocidad excesiva, uso de dispositivos durante la conducción, no respeto de pasos de peatones, etc.

 4. Desarrollo de acciones para facilitar el aprendizaje de la movilidad segura. Aquí se plantea la formación tanto de colectivos específicos (gente mayor, peatones, ciclistas, conductores) como de los propios agentes de Policía Local para que puedan seguir trabajando activamente en políticas de prevención. Esta formación debe ser permanente.

 5. Mejora de la gestión de la información y análisis de la accidentalidad. La mejora de las herramientas de análisis permitirá analizar mejor las causas de los accidentes, evaluar las medidas implantadas e identificar nuevos ámbitos de actuación. Todo ello ayudará al Ayuntamiento en la toma de decisiones que deba adoptar en esta materia.

Además de estas líneas de actuación, el Plan Estratégico Municipal de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible realiza una serie de propuestas para mejorar la seguridad en siete lugares de la ciudad donde se registran un mayor número de accidentes con heridos: plaza de América Latina; rotonda de Portal de Arriaga con Artapadura; cruce de la avenida de Gasteiz con Beato Tomás de Zumárraga; rotonda de Portal de Arriaga con avenida del Zadorra; cruce de las calles Antonio Machado y Pamplona; calle Antonio Machado nº 17 y la rotonda de la calle Florida con Jacinto Benavente. En estos puntos, en 2017 se contabilizaron un total de 89 accidentes con un balance de 97 heridos de distinta consideración.

Así, por ejemplo, en la rotonda de Florida con Jacinto Benavente los técnicos plantean el diseño de una turbo rotonda. En el cruce de Avenida de Gasteiz con Beato Tomás de Zumárraga se propone una reorganización de la intersección con una reducción de 3 a 2 carriles de circulación en la avenida sentido norte, antes del cruce con Beato.

Más compleja sería una solución temporal para América Latina, condicionada por la ejecución del proyecto de soterramiento y que según recoge el plan “necesitaría de un estudio en profundidad sobre la capacidad de la misma, su diseño actual y futuro y las necesidades específicas de los diferentes modos que intervienen en la movilidad de la rotonda”.

El Plan de Seguridad Vial será presentado esta tarde en el Elkargune de Movilidad y a partir de entonces “llega el momento de analizar las propuestas que plantea, estudiar su viabilidad, financiación y desarrollo. Estamos hablando de un plan a cinco años y, por lo tanto, el camino que toca recorrer es largo, aunque creemos que merece la pena porque el objetivo no puede ser mejor: mejorar la seguridad vial en Vitoria; reducir el número de accidentes y hacer de nuestras calles un escenario más seguro para peatones, ciclistas y conductores”, ha concluido Víctor García Hidalgo.