Noticias
El Banco de Instrumentos que pusimos en marcha los socialistas, se convierte en un éxito que transciende a Vitoria
Medio centenar de instrumentos viajarán de Vitoria a Siria, en un Banco de Instrumentos que nació en Vitoria pero al que se le han unido las escuelas de Bilbao, Donostia, Pamplona y de la Asociación de Escuelas de Música.
Se han presentado los resultados del Banco de Instrumentos que puso en marcha la Escuela Municipal de Música tras el convenio firmado hace justo un año con Músicos sin Fronteras.
Han sido un total de 45 instrumentos gestionados directamente desde la Escuela Municipal, algunos de ellos de grandes dimensiones y otros provenientes de otras ciudades como Valencia, a los que habrá que unir los recogidos por las Escuela de Bilbao, Donostia, Pamplona y de la Asociación de Escuelas de Música (Bermeo, Erandio, Udalberria, Santurtzi, Ermua, Berriatua, Tobera, Zarautz, Galdakao, Lekeitio) que se unieron a la iniciativa cuando supieron de la puesta en marcha de la misma.
“Muchas veces como ciudadanos pensamos que desde lo local no se pueden poner herramientas de apoyo internacional –a pesar de que se ponen desde el Servicio de cooperación– pero con esta iniciativa, que suponía implicar directamente a vitorianos y vitorianas para su éxito, hemos visibilizado claramente que desde lo local se puede trabajar directamente por la solidaridad y por el desarrollo de sociedades con problemas de convivencia, logrando con ello que la práctica de la música pueda llegar a cualquier rincón del mundo” ha destacado Estíbaliz Canto quien ha definido el resultado como “un éxito que ha desbordado nuestras expectativas”.
Canto, quien ha señalado sentir el orgullo de haber hecho un proyecto que ha transcendido Vitoria, ha explicado que “son mucho más que 45 instrumentos: la música, es una expresión del alma, nos ayuda a expresar alegría, tristeza, sentimientos, en un lenguaje único que conecta además con el alma del que escucha, lo que convierte al instrumento en un compañero de viaje que ahora continuará con un niño o niña de Siria que tiene dificultades de acceder a una educación musical y muchas más para comprarse un instrumento, por lo que esa satisfacción, compensa, por mucho, la dificultad de desprenderse de un instrumento que tenemos cada donante”. Ha concluido señalando que el proyecto “tendrá, evidentemente, continuidad el año que viene”.