La Diputación Foral de Álava está trabajando intensamente y de forma exhaustiva para lograr que el Tren de Alta Velocidad tenga el menor impacto posible a su paso por Álava. Con estas palabras ha resumido el Diputado General de Álava el posicionamiento de su Ejecutivo sobre el Tren de Alta Velocidad.
Por su parte, el Diputado Foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, recuerda que la Diputación Foral tiene competencia exclusiva en materia de planificación, construcción y mantenimiento de las carreteras alavesas. Por ello, también su Departamento está buscando minimizar el impacto en la red foral de carreteras mediante alegaciones que persiguen que las características técnicas en la ejecución de esta nueva infraestructura ferroviaria no condicione futuras intervenciones para mejorar la red viaria de Álava.
El proyecto está aún en fase de estudio así que el proceso “ofrece muchas ventanas para introducir mejoras por parte de las Administraciones implicadas, entre otras, la propia Diputación Foral de Álava”, ha subrayado el Diputado General.
«El tren de alta velocidad es progreso, es avance, es futuro, es conexión con Europa, es generación de nuevas oportunidades para la población y para las empresas”, ha subrayado el mandatario alavés, quien ha querido insistir la potencialidad estratégica de esta infraestructura: “Es un proyecto estratégico de muy largo plazo para, al menos, los próximos cien años. La línea de alta velocidad acorta distancias y nos acerca a Europa”.
No pasa desapercibido para los responsables forales la importancia del TAV para el carácter logístico del territorio. “Tenemos entre nuestras manos la irrenunciable oportunidad de convertirnos en uno de los mayores nodos de comunicaciones del Estado, uniendo los ejes norte-sur de Europa y este-oeste de la Península conectando Cantábrico y Mediterráneo”, ha subrayado al respecto.





