Entrevistas y opinión

Los presupuestos sociales del cambio

Por Cristina González PSE y PNV cerramos el pasado 3 de julio un acuerdo para gobernar en coalición la Diputación Foral de Álava basado en un programa político con tres prioridades: reactivar la economía y crear empleo, recuperar la calidad de los servicios sociales tras una legislatura de recortes e incrementar las inversiones públicas para avanzar en el equilibrio territorial. Los socialistas dimos este paso al entender que era la manera más eficaz de garantizar un cambio profundo y real respecto a la estrategia de austeridad y erosión de los servicios públicos practicada por el Gobierno Foral del PP, y cumplir nuestro compromiso de mejorar la vida y atender las necesidades de la ciudadanía. Nuestra decisión tenía como horizonte entonces, igual que ahora, el bienestar del conjunto de las alavesas y alaveses, pero sobre todo de aquellos que peor lo están pasando: desempleados, familias en riesgo de pobreza, personas dependientes… Queríamos tener capacidad de decisión para poner encima de la mesa soluciones. Es cierto que estas razones y argumentos son lugar común, al menos en la teoría, de la mayor parte de los partidos que nos sentamos en las Juntas Generales de Álava. Hoy es el momento de descender al terreno de lo concreto y plasmar en proyectos y medidas tangibles el cambio político que auspiciamos y protagonizamos hace cuatro meses y medio.  El Consejo de Diputados aprobó el pasado 13 de noviembre el proyecto de Presupuestos de Álava para 2016 para su debate y, en su caso, aprobación por parte de las Juntas Generales, y es este proyecto el que define con precisión esos proyectos y medidas, y los cuantifica en partidas económicas. Las cuentas anuales no engañan y son fiel reflejo de la voluntad los ejecutivos. ¿Y cuál es la voluntad del Gobierno Foral que integramos PSE y PNV que se desprende de este proyecto? Un vistazo rápido a sus números permite constatar en primer lugar la firme determinación de contribuir desde lo público a la reactivación de la economía alavesa con unos presupuestos moderadamente expansivos que prevén un gasto e inversión superior en 13 millones de euros a la prórroga vigente durante este ejercicio. Este aumento de los recursos disponibles no es casual. La evolución positiva de la economía es el factor clave, claro que sí, pero hubiera sido imposible llegar a este presupuesto sin los ingresos adicionales generados por la reforma fiscal y las nuevas herramientas de lucha contra el fraude que los socialistas impulsamos primero y pactamos después con el PNV. Las alavesas y alavesas van a notar, y mucho, estos 13 millones de euros adicionales y el giro dado por el Gobierno de PSE y PNV a las prioridades presupuestarias. Van a notar el incremento del 4,5% del dinero destinado al Instituto de Bienestar Social hasta alcanzar los 184 millones de euros. Son 8 millones de euros más que los que presupuestó el Gobierno del PP y ese esfuerzo nos va a permitir mejorar el servicio de ayuda a domicilio que prestamos a las personas dependientes y sus familias. Además, y esto también es importante, el refuerzo de este servicio creará empleo en un sector que sufrió directamente los recortes de los populares durante la pasada legislatura.  Las alavesas y alaveses en paro van a notar también, y mucho, el cambio político. Los presupuestos consignan partidas que suman casi 800.000 euros para formar a personas desempleadas en oficios y conocimientos demandados por las empresas, y facilitar su acceso a un puesto de trabajo. Esta cifra representa nada más y nada menos que un 31,3% más que los recursos destinados a este fin por el Gobierno del PP. Y no cuento aquí los programas de empleo juvenil que aspiramos a poner en marcha con el apoyo de la UE.   No hablo ahora de generalidades. Hablo de que muchos más parados y paradas van a poder recibir el próximo año una formación adecuada que les abrirá la puerta a un futuro laboral y profesional, y tengo en mente especialmente a aquellos afectados por recientes expedientes de regulación de empleo de extinción tramitados por distintas empresas. Los autónomos y autónomas van a notar igualmente para bien el cambio político, la presencia de los socialistas en el Gobierno Foral, con la consignación en los presupuestos de fondos para sendos programas que les ayudarán a renovar sus equipos y a volver a emprender a pesar de tener deudas con la Hacienda Foral o la Seguridad Social.  No quiero ni puedo olvidarme de la inclusión, dos legislaturas después, de una partida para la convocatoria durante 2016 de ofertas públicas de empleo (OPEs) que reduzcan la elevada tasa de interinidad de la plantilla foral y actualicen las bolsas de trabajo. Estas OPEs darán estabilidad al personal de la DFA, pero sobre todo garantizarán unos servicios públicos de calidad. Los efectos positivos del cambio político van a llegar también a las asociaciones y las zonas rurales de Álava. La dotación económica de las ayudas al movimiento asociativo se mejoran de forma sustancial en estas cuentas y lo mismo ocurre con la financiación de las entidades locales y las inversiones previstas en los pueblos alaveses. Como secretaria general del PSE-EE de Álava puedo afirmar con rotundidad que son nuestros presupuestos y que sería difícil de entender que los partidos de izquierdas con representación en las JJGG de Álava no avalen unas cuentas eminentemente sociales que contemplan además medidas eficaces para reactivar la economía y crear empleo. La alternativa a este proyecto es prorrogar la austeridad y los recortes del PP. Las alavesas y alaveses no se lo merecen.
Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia en este web. puedes configurar tu navegador para rechazar estas cookies. Puedes consultar nuestra Política de Política de Privacidad y Cookies . Acepto