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Los socialistas descartamos el proyecto de explotación de Armentia-2 y cualquier otro de explotación de hidrocarburos en Álava
En este sentido, instamos a los partidos políticos presentes en el Congreso a que aprueben la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética
Para los socialistas, la lucha contra el cambio climático es una prioridad tal y como queda reflejado en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, con una hoja de ruta marcada por el Anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética, el Plan nacional integrado de energía y clima, la estrategia de transición justa y la futura estrategia de clima a largo plazo.
Por todo ello, los socialistas hemos reiterado en Juntas Generales de Álava el descarte de cualquier proyecto de explotación de hidrocarburos en Álava, en coherencia con la declaración de emergencia climática aprobada en esta cámara e, igualmente, al Congreso de los Diputados a aprobar la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que deja muy clara la prohibición de exploración y explotación de hidrocarburos en todo el país.
En el debate que ha tenido lugar en el pleno de Juntas Generales, hemos dejado clara nuestra apuesta por definir el modelo energético de Álava de cara a acometer su transición, ya que entendemos que mientras esta se produzca hay que seguir abasteciendo de energía a la población.
“En Juntas Generales hemos debatido numerosas veces en contra de la energía nuclear, de la exploración y explotación de gas, pero no tanto sobre el futuro energético y esto lo consideramos clave. Debemos abordar el debate energético en Álava de manera seria y reflexiva y definir qué tipo de modelo energético tenemos y qué tipo de modelo necesitamos”- ha declarado el procurador Daniel Senderos en su intervención.
Los socialistas creemos en la necesidad de un cambio en la estructura energética del país para construir en el horizonte 2050 un sistema energético 100% renovable, y ser neutros en carbono tal y como marca Europa, garantizando el cuidado medioambiental, la salud pública y la lucha contra el cambio climático.
La infraestructura gasística ya existente en nuestro país está consolidada y ofrece la garantía de respaldo para la retirada de las nucleares y el carbón para 2025.
Según Daniel Senderos, “se trata de aprovechar la infraestructura ya existente, evitando comprometerse con nuevos proyectos de gas que podrán quedar varados ante las demandas crecientes de descarbonización por parte de la UE y de la Comunidad Internacional, como podría ser el planteamiento de explotación del Pozo de Armentia 2”.
“Debemos ir eliminando el gas, aunque sea el menos contaminante de los combustibles fósiles, sustituyéndolo y rebajando su peso en la medida que la penetración de las energías renovables lo vaya permitiendo” -concluye Senderos.
